La cebolla es originaria de Asia Central y es un alimento ancestral, cultivado desde hace miles de años y presente en todas las cocinas del mundo.

La cebolla es uno de esos alimentos que odias de pequeño (a menos que la comas frita) y de mayor no puedes dejar de consumir.

Es un ingrediente muy completo, con muchas maneras de cocinarlo y con unas propiedades medicinales muy amplias.

Aunque por lo general es un alimento que se consume cocinado, sofrito o rehogado, se puede consumir crudo. Para ello hay que remojarla al menos media hora antes y de ser posible, en agua tibia para evitar su toxicidad y ciertos efectos desagradables en la mayoría de los estómagos.

Pero hay gente que la come cruda y no sufre acidez o escozor, ni siente que le repite durante horas. Otras maneras de comerla son frita, frita desecada, hervida, al horno, a las brasas y casi de cualquier forma que te puedas imaginar.

Pero como hoy no vamos a hablar de cocina ni a dejar en este caso una receta, ya que abundan, vamos a hablar de las propiedades medicinales de la cebolla, que es lo que nos interesa tocar en este artículo, así como de sus beneficios y contraindicaciones.

Propiedades de la cebolla

Como decíamos, la cebolla es muy utilizada en nuestra cocina y también es así en casi todo el mundo. Se trata de un alimento apreciado y cultivado en todos los continentes, debido a sus propiedades nutritivas, anticoagulante y cicatrizantes.

Además, posee fitoquímicos y vitamina C que ayudan a mejorar la inmunidad, tomando parte de la prevención de diversas enfermedades.

Contiene cantidades considerables de algunos minerales, como calcio, fósforo y potasio, y en menor medida oligoelementos como el azufre, cobalto, cobre, magnesio, silicio y cinc.

Otros componentes fitoquímicos destacados son la glucoquinina, la antocianinas y quercetina, presentes de manera natural en la cebolla con propiedades curativas, antisépticas y terapéuticas.

Todas estas propiedades hacen de la cebolla un alimento especial, pero debemos estar atentos ya que su cultivo de manera industrial, como las que encontramos en la mayoría de los estantes de los supermercados, son tratadas con agrotóxicos, perdiendo sus propiedades benéficas y agregando minerales pesados y tóxicos a nuestro organismo.

Si quieres saber cómo plantar cebolla fácilmente, y así disponer del control del alimento y evitar tóxicos peligrosos no dejes de consultar nuestro artículo.

Propiedades de la cebolla morada

La cebolla morada guarda las mismas propiedades que la cebolla blanca, con la diferencia que la morada o roja es más rica en antioxidantes.

Las antocianinas, los pigmentos hidrosolubles que se hallan en las vacuolas de la bulvo y dan este color rojizo, ayudan a prevenir enfermedades como las del corazón, así como mantener sanas las células. Por esto mismo se le atribuyen propiedades anticancerígenas y contra el envejecimiento.

Beneficios de la cebolla

Algunos de los beneficios que debemos conocer de la cebolla son los siguientes:

Niveles de azúcar en la sangre. Uno de los principales beneficios de la cebolla es que actúa como reguladora del azúcar en la sangre, ya que ayuda a generar jugo pancreático y a desechar los tóxicos de los azúcares que ingerimos.

Esto se debe a la glucoquinina, considerada una “insulina vegetal”. Al mismo tiempo, es un buen alimento para las personas con problemas del páncreas o de secreción de insulina, como la diabetes.

Antocianinas y quercetina para contrarrestar muchas enfermedades. Las antocianinas, los flavonoides presentes en la cebolla morada, tienen efectos terapéuticos conocidos para contrarrestar dolencias y patologías, como la enfermedad coronaria. Se dice que tienen, además, efectos antitumorales, antiinflamatorios y antidiabéticos. Propiedades similares tiene la quercetina, presente también en la cebolla blanca.

Antioxidante. La cebolla, sobre todo la morada, está considerada un alimento antioxidante.

Reduce los niveles de colesterol en sangre. Otro de los beneficios de la cebolla es que disminuye la producción de colesterol malo (LDL) de la sangre, manteniendo nuestro sistema sanguíneo y sobre todo nuestro corazón más sano. Esto, según investigaciones recientes, se debe a la quercetina.

Cebolla para la tos. La cebolla se puede utilizar para la tos y el dolor de garganta. Tanto consumida directamente, como para ambientar la sala donde dormimos y respirar sus propiedades durante la noche. Se puede hacer un jarabe de miel y cebolla casero, muy efectivo.

Cebolla para el cabello

Muchas veces los lectores de Ecocosas nos preguntan si es cierto que la cebolla es buena para el cabello o si se trata de un mito. Pues no, no es un mito, y es real que el jugo o caldo de cebolla se puede utilizar para fortalecer el cabello.

Esto se debe gracias a las cantidades de azufre que contiene, el cual contribuye a la producción de colágeno y queratina, importante para la salud, el fortalecimiento y mantenimiento de pelo.

Para la piel

Entre los beneficios de la cebolla para la piel se encuentran sus propiedades antisépticas. Estas contribuyen a la salud de la piel, por ejemplo en caso de acné, granitos, barritos o forúnculos.

Además, la combinación de azufre y vitamina C son muy buenas para las células que conforman la piel.

¿Cocida o cruda?

Según investigaciones, algunos de los elementos más importantes que componen la cebolla, como sus minerales o la quercetina, no se alteran con la cocción. Por lo tanto, es bueno consumirla de las dos maneras, siempre que no nos siente mal al estómago comerla cruda.

Contraindicaciones y toxicidad de la cebolla

Luego de hablar de las propiedades y beneficios de la cebolla, las contraindicaciones o efectos secundarios de ésta es lo que sigue.

Uno de los efectos más comunes de consumir la cebolla cruda es el ardor de estómago. Otro es la acidez estomacal. Es por esto mismo que las mujeres embarazadas, un periodo en el que la acidez de estómago es muy común, deben evitar consumirla cruda o en exceso.

Aunque no es tan grave, el aliento luego de comer cebolla, sobre todo cruda, o de ingerir alimentos a base de cebolla, pueden provocar un efecto indeseado. Sobre todo para nuestros interlocutores.